Un informe elaborado por el Instituto de Investigación de Políticas Públicas (IPPR, por sus siglas en inglés) arroja luz sobre el impacto potencial de la inteligencia artificial (IA) en el mercado laboral del Reino Unido. El estudio advierte de una inminente “apocalipsis laboral”, que amenaza con engullir más de ocho millones de carreras en toda la nación, a menos que se promulgue una rápida intervención gubernamental. Este informe identifica dos etapas clave de generación de inteligencia artificial: la etapa actual, en la que se espera que la IA automatice el 20% de las tareas de trabajo para 2030, y la etapa posterior, en la que la IA asumiría de manera significativa la mayoría de las tareas de trabajo para 2040.
La automatización impulsada por la IA plantea desafíos significativos para la población laboral del Reino Unido. Según el informe del IPPR, los trabajos más propensos a ser reemplazados por la automatización son aquellos que implican tareas repetitivas y rutinarias, como trabajadores de almacén, conductores de camiones, asistentes administrativos y personal de servicio al cliente. Estas ocupaciones, que representan una gran proporción de empleos en el país, corren el riesgo de desaparecer en un futuro no muy lejano.
Sin embargo, el informe también destaca la importancia de la intervención gubernamental para abordar esta creciente amenaza. Propone medidas como la formación y reconversión de los trabajadores afectados, así como la creación de nuevas oportunidades laborales en sectores no afectados por la automatización. Además, el informe aboga por una mayor inversión en investigación y desarrollo de tecnologías de IA para impulsar la economía y crear empleos de alta calidad.
A pesar de los desafíos que plantea, la IA también presenta oportunidades para mejorar la productividad y la eficiencia en diversos sectores. El informe señala que la tecnología de IA puede ser utilizada para mejorar la atención médica, optimizar la cadena de suministro y aumentar la seguridad en las industrias. Por lo tanto, no se trata solo de una cuestión de proteger los empleos existentes, sino también de aprovechar al máximo el potencial de la IA para beneficiar a la sociedad en su conjunto.
En conclusión, el informe del IPPR resalta la necesidad de una acción inmediata para abordar los desafíos planteados por la automatización impulsada por la IA. Si no se toman medidas para capacitar y reconvertir a los trabajadores afectados, el Reino Unido podría enfrentar una crisis laboral sin precedentes. Sin embargo, si se implementan políticas adecuadas, la IA tiene el potencial de impulsar la economía y mejorar la calidad de vida de las personas. El futuro del trabajo está en juego, y depende de nosotros aprovechar al máximo esta tecnología disruptiva.